Camino de Armenteira

Adéntrate en una ruta que finaliza a los pies del monasterio, una joya de los siglos XII-XIII cuya fundación se atribuye al noble Don Ero. Se conserva prácticamente intacto y enamora por su majestuosidad

En pleno corazón de O Salnés nos encontramos con una ruta de senderismo que es toda una invitación a sumergirse entre viñedos y disfrutar de la fuerza del agua junto a centenarios molinos para finalizar en la escalinata del imponente Monasterio de Santa María de Armenteira.

Es una alternativa inmejorable para quienes buscan desconectar en medio de la naturaleza y dejarse empapar por la historia del rico patrimonio religioso de Pontevedra. Son algo más de ocho kilómetros, siempre a la vera del río Armenteira y bajo el follaje de una abundante arboleda.

Los más hambrientos de experiencias partirán desde Barrantes y recorrerán las parroquias de San Martiño de Meis hasta localizar el monasterio cisterciense cuya fundación se atribuye a Don Ero en el año 1149.

Fue ocupado durante 700 años por una comunidad de monjes dedicados a la oración y el trabajo, hasta que en el año 1837 la desamortización los obligó a abandonar el cenobio. La iglesia es un verdadero tesoro de los siglos XII-XIII, catalogada como románica gallega aunque con un estilo de transición al gótico. Del primitivo claustro sólo queda la puerta de acceso.

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  • La iglesia de los siglos XII-XIII
  • El claustro
  • Muíños de Serén
  • Aldea labrega en piedra

Lugar de leyenda

Don Ero es protagonista de una famosa leyenda que ya recogen las Cantigas de Alfonso X el Sabio. Según la historia, el monje salió a pasear una mañana y se quedó embelesado por el canto de un pajarillo. En ese estado pasaría unos 300 años y regresó al monasterio creyendo que sólo han transcurrido unas horas. Pero todo ha cambiado y los monjes sólo lo reconocen por las crónicas de su desaparición. Tras su muerte, lo nombran como “el abad santo” y lo representan con el pájaro sobre su hombro.

Los alrededores del templo son un auténtico espectáculo de la naturaleza. Se trata de uno de los senderos más famosos de Galicia por su belleza y singularidad y además permitió recuperar el antiguo camino por el que subían los vecinos de Ribadumia hasta Armenteira el domingo de Pascua. Hoy la celebración se traslada al lunes, día en que miles de vecinos y vecinas de la comarca participan en la romería de Nosa Señora das Cabezas, a la que se atribuyen propiedades curativas para la migraña.

En el tramo más transitado, entre Ribadumia y Meis el camino discurre entre los molinos de Serén, muchos rehabilitados

El trecho más concurrido, entre Ribadumia y Meis, es el conocido como Ruta da Pedra e da Auga, donde el camino discurre entre los molinos de Serén, muchos de ellos rehabilitados. Parada obligada en este itinerario es la aldea labrega esculpida en piedra por la Escola de Cantería de la Diputación de Pontevedra.