La primera referencia documental de la iglesia de San Xoán de Santeles es a través de la donación efectuada por Gundesindos Cidiz a la iglesia de Santiago en el año 1114.

San Xoán de Santeles, dada la existencia de diferentes etapas constructivas, tan sólo conserva de factura románica datada en el siglo XIII. 

La planta primitiva, de nave única y ábside, se vio modificada con motivo de la anexión de dos dependencias cuadrangulares, a modo de seudotransepto, que la transformaron aparentemente en una iglesia de cruz latina. Además de éstas, se añadió otra pequeña dependencia en el flanco septentrional del ábside, con función de sacristía. 

La fachada principal, a pesar de algunas reformas menores, posee el que en la actualidad constituye el elemento conservado más interesante de la primitiva fábrica románica: una ornamentada portada de directriz semicircular. Presenta una chambrana decorada con pequeños rombos en resalte y dos arquivoltas. La exterior muestra un grueso toro al que se abrazan pequeños arcos lobulados, entre los que se abren círculos moldurados de menor tamaño que los anteriores. La arquivolta interior ostenta también un toro voluminoso, flanqueado en este caso, tanto en el trasdós como en el intradós, por medias cañas decoradas con pequeñas bolas.

En las fachadas laterales de la nave tan sólo la parte más occidental, en la que todavía existen dos antiguas saeteras, corresponde a la fábrica románica, ya que, debido a la construcción de las dos capillas laterales que anteceden al ábside, se transformaría la estructura original. En la fachada septentrional, aparte de la mencionada saetera, se abre una puerta adintelada y sobre ella una ventana rectangularizada que posiblemente sustituya a una antigua saetera.

En el interior del templo, al margen de las mencionadas saeteras de acusado derrame interno o del arco cegado de la puerta occidental, no se conserva ningún elemento significativo de época medieval