Desde que en el año 1846 tuvo lugar la aparición en los Alpes de la Virgen, el acontecimiento se propagó por toda Europa. La noticia llega al conocimiento de Francisco Mª de Rivas, quien funda el Santuario en su honor en la parroquia de Siador, convirtiéndose en el primer Santuario de España en 1863 con advocación mariana en honor a Nuestra Señora de la Virgen de la Saleta.