Con la llegada de la primavera, la aldea buenense de Meiro celebra la degustación del millo corvo, un grano color negro que dejó de utilizarse hace décadas y que la Asociación Cultural Meiro recuperó a partir de 1998.
Desde el verdor y frescura del río San Tomé en el área recreativa de Arcos, la ruta asciende por la ladera norte del monte Castrove mostrando un itinerario de hermosas vistas.
Esta ruta circular, de dificultad media, se encuentra dentro de un espacio Red Natura 2000 y está declarada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), lo que la convierte en un lugar de gran valor ecológico y natural.
Los monjes benedictinos del Monasterio de Carboeiro ya usaban las aguas mineromedicinales de Brea en el siglo XI, sin embargo su fama vendrá a finales del siglo XIX. Es en el siglo XX cuando se construye el balneario, un establecimiento que abrió sus puertas en el año 1991, como Hotel Balneario Baños da Brea.