La construcción de la misma comienza en 1330 tras el traslado de los dominicos, que habían estado instalados en Tui desde el año 1272. La primitiva iglesia era más pequeña, encajada entre el convento y la antigua iglesia románica de San Xoán de Porto.
Se trata de un pequeño y discreto templo barroco, del que destaca su exterior, porque su fachada conserva la puerta de arco adintelado, un antiguo atrio ya desaparecido.