Glamour y belleza en Rías Baixas
La blogger y profesional de la moda Fiona Ferrer disfrutó desde el viernes 13 de abril hasta el lunes 16 de un viaje de cuatro días de ensueño por las Rías Baixas. Durante su agradable estancia por este destino de Galicia no sólo descubrió grandes parajes, sino que fue mostrando para sus más de 100.000 personas seguidoras de sus cuentas de Instagram y Twitter su escapada con encanto a Pontevedra.
El recorrido comenzó desde la ciudad inter-fronteriza de Tui. Una ciudad que conserva uno de los cascos históricos más bonitos de la provincia pontevedresa donde podemos callejear por el viejo empedrado de lo que fue el barrio judío de la villa. Callejuelas por donde pasa el Camino de Santiago y donde nos encontraremos con un viejo teatro, una carnicería judía o incluso una sinagoga.
No muy lejos se encuentra la Catedral de Tui, y además de un paseo recomendado por la vera del río Miño, una sugerencia es cruzar el popular y mítico puente internacional del siglo XIX que conecta con la vecina Valença do Miño.
Y de Tui a Baiona. A la costa atlántica. En este caso a la villa costera donde arribó la Pinta hace más de 500 años. La pequeña ciudad nos deja estampas como la de su fortaleza y el parador de Baiona (en la imagen). La misma fortaleza posee un bello camino de acceso libre que lo rodea. Si nos gusta pasear se puede seguir caminando por la senda que bordea la bahía hasta A Ramallosa. Otras opciones es acercarse a su casco histórico, el mirador de A Virxe da Roca o subir a la sierra de A Grova.
El sábado cambia de ruta rumbo al norte, a O Grove. Qué mejor forma de saciar el apetito que en un restaurante con estrella Michelin. Es el Culler de Pau del chef Olleros. Lejos de ser el único local laureado, la provincia de Pontevedra goza de ubicar sus cinco restaurantes con estrella Michelín en un rango de 60 kilómetros.
O Grove, rodeado por una hermosa costa, es un escenario ideal para desconectar y dejar que el mar, la brisa marina y la esencia del atlántico cautive nuestros sentidos.
Si la estampa anterior ya era envidiable, Fiona nos regala un amanecer desde a Illa da Toxa. El enclave es uno de los muchos puntos termales de los que goza y presume esta provincia de Galicia.
Nuevo día, nuevo plan. Seguimos subiendo y a apenas unos kilómetros más al norte entramos en Cambados. Hablamos de la ciudad del Albariño. No en vano en 2017 fue declarada Ciudad Europea del Vino, y es que el municipio es uno de los mayores productores de este caldo con el que se elabora la Denominación de Orixe Rías Baixas. Además, cuenta con el primer museo gallego dedicado al vino que a la vez fue uno de los primeros a nivel nacional. La fotografía en este caso es junto a la torre de San Sadurniño.
El paseo de la tarde lleva al equipo hasta los jardines de Cuntis donde nuestra experta se hace una foto junto con un árbol de camelias centenario. La camelia es la flor por excelencia de Rías Baixas. Importada de oriente, ha encontrado aquí un lugar de acogida ideal. Ahora, pazos y parques lucen esta flor que ofrece múltiples usos. Se ha extendido tanto que se ha creado la Ruta de la Camelia y hasta cuatro de los jardines pontevedreses gozan de ser de Excelencia Internacional.
Ya el lunes se dirige a la comarca de Deza, donde posa junto con un árbol senlleiro. Árboles centenarios que ya forman parte del patrimonio natural gallego. Es el pazo de Liñares de Lalín, el cual alberga un centro de gestión arqueológico (CXCA) y el Museo de la Marioneta. Este municipio es un lugar perfecto para finalizar el viaje, pues si algo destaca en esta comarca son sus paisajes naturales, sus ríos, montes y bosques. Un bonito recuerdo del interior de Pontevedra.