Las excavaciones en A Lanzada revelan que es un enclave fundamental de la Edad de Hierro en el noroeste peninsular
El Campo da Lanzada era un complejo comercial de gran calado desde el siglo VI antes de Cristo y tiene una importancia clave para comprender el mundo de la Edad del Hierro en el noroeste peninsular. La última excavación en el yacimiento, promovida por la Diputación de Pontevedra y en la que participaron más de 20 especialistas en arqueología, ha puesto al descubierto más de 15.000 piezas y 17 esqueletos, además de revelar datos inéditos que dan fe de la trascendencia del enclave costero situado en el Ayuntamiento de Sanxenxo.
Uno de los principales es la constatación de que los habitantes del Campo realizaban intercambios comerciales con Italia, Tunisia y Palestina desde 600 años antes de la llegada de la civilización romana. Otro, el hallazgo de la primera factoría de salazón prerromana del noroeste peninsular, cuando hasta ahora los estudios apuntaban a que todas tenían un origen romano. "Mientras lo habitual en este tipo de industrias era contar con entre ocho o diez depósitos, en A Lanzada aparecieron hasta 29 piletas destinadas a la fabricación de salsas y la conservación de alimentos", explicó Rafael Rodríguez, arqueólogo de la Diputación, durante el balance de los resultados de la campaña, que se prolongó siete meses, junto con la presidenta de la institución provincial, Carmela Silva; el alcalde de Sanxenxo, Gonzalo Pita; y el presidente de la Comunidad de Montes de Noalla, Roberto Garrido.
A Lanzada atestigua la importancia de la pesca y su grado de desarrollo ya hace más de 2.000 años. Los arqueólogos encontraron restos de un gran número de cetáceos, vértebras y huesos, que para el director de la campaña dan indicios claros de que en la Edad de Hierro ya estaba organizada la caza de ballenas.
Los hallazgos acreditan el enorme valor científico del yacimiento y su potencial turístico. Silva manifestó que está pendiente el proyecto de musealización, que llevará a cabo el Ministerio de Fomento, y se realizarán actividades de divulgación para dar a conocer el yacimiento y ampliar su investigación. "Es un espacio fundamental para conocer el tránsito de la Galicia galaica a la Edad Media", apuntó Silva. El área visitable del asentamiento ha triplicado su superficie tras la campaña, pasando de 600 a 1.800 metros cuadrados.
Cristianos primitivos
La aparición de esqueletos aporta también nuevas conclusiones que enriquecen la información sobre los enterramientos. El hallazgo de tres adultos, entre ellos la bautizada como Cornelia, una mujer joven del siglo V cuyos restos se conservan en excelente estado, permitieron conocer que la necrópolis de A Lanzada es mayor de lo que se pensaba y resulta probable que, debido al ritual de inhumación, en caja, se trate de cristianos primitivos.
Los esqueletos de 13 niños menores de un año y otro con menos de dos, de entre los siglos I y II d.C., convierten además el Campo en el primer lugar de Galicia en el que se encuentran restos de este tipo de enterramientos.
Entre las 15.000 piezas extraídas durante la campaña destaca el volumen de "terra sigilata" (cerámica de lujo en la que pueden verse grafitis con nombres romanos), 25 monedas de los siglos I-IV d.C., objetos hechos con hueso (peines y elementos decorativos), y 358 metales entre los que sobresale una espada de 33 centímetros probablemente Mediterránea, quizás chipriota, y pertenece a una época entre los siglos VIII y IV a.C.