Las salinas de O Ulló, ejemplo de explotación sostenible de la naturaleza

El Ayuntamiento de Vilaboa y la Asociación Salinas de O Ulló están trabajando en la puesta en valor de este espacio, protegido por la Red Natura 2000, que posee un gran interés paisajístico e histórico. Para dar a conocer este singular paraje el municipio ofrece rutas guiadas por la zona, con reserva previa, para grupos de entre 5 y 50 personas.
Entre las visitas recientes destaca la de los profesionales del Colegio de Arquitectos de Galicia, que celebraron el Día de la Arquitectura allí al considerar este conjunto etnográfico como una muestra de convivencia armónica entre la construcción y el medio natural.
Los antecedentes de las salinas de O Ulló se remontan al reinado de Felipe IV en el siglo XVII. Por entonces, la sal era un recurso muy valioso ya que se utilizaba para la conservación de alimentos e incluso podía llegar a usarse como moneda. Ubicadas en la ensenada de San Simón, las salinas comenzaron a ser explotadas por los jesuitas de Pontevedra en 1694 en colaboración con el monasterio de Poio y su uso se mantuvo prácticamente hasta el siglo XX.
En el mismo lugar se construyó a finales del XIX uno de los pocos molinos de mareas existentes en Galicia, que aprovechaba el movimiento natural del mar para generar fuerza hidráulica. Hoy en día la edificación ha desaparecido, pero todavía se pueden ver los canales de las compuertas creadas para su utilización. Asimismo, también se pueden contemplar los diques de las salinas y los restos de las antiguas viviendas de los jesuitas, conocidas como la granja de las salinas.
Por otra parte, el espacio posee un gran valor natural y por ello está incluido en la Red Natura 2000. En la zona se funden cuatro ecosistemas: el bosque de ribera, la carricera, la marisma y la ensenada, que acogen una importante colonia de aves migratorias.
Todo el conjunto ha sido recuperado y dispone de un buen acceso, con aparcamiento incluido, y una senda que cruza y rodea las marismas.
Día Mundial de la Arquitectura
La delegación de Pontevedra del Colegio de Arquitectos de Galicia celebró el 2 de octubre el Día Mundial de la Arquitectura con una visita guiada a las salinas de O Ulló, organizada en colaboración con el Ayuntamiento de Vilaboa. El colectivo profesional eligió este emplazamiento como ejemplo de sostenibilidad en la explotación de los recursos naturales, ya que la efeméride estuvo dedicada este año a la lucha contra el cambio climático.
Al acto asistieron profesionales de la arquitectura y representantes de las administraciones. Después de la visita guiada se descubrió una placa conmemorativa.