Moda femenina con aire parisino en el castillo de Soutomaior
Camisas, cuerpos, abanicos, tejidos, joyas, abalorios, cosmética o publicaciones de moda, son algunas de las más de 200 piezas que integran la exposición de “La Moda en Detalles. Indumentaria y Complementos (1870-1925)” sobre la moda femenina burguesa de la época en la provincia de Pontevedra que el hermoso castillo de Soutomaior acoge desde el 20 de diciembre hasta el 24 de febrero. Los objetos de la muestra provienen íntegramente de los fondos del Museo de Pontevedra y pertenecieron a algunas familias como Domerq, García Solís o Mendoza Babiano.
La colección expuesta incluye prendas como camisas, cuerpos, zapatos; complementos entre los que se encuentran abanicos, guantes o tocados; productos de belleza, cosmética y joyas; e incluso tejidos, materiales de confección y abalorios. La muestra incluye documentos gráficos como publicaciones de moda, catálogos, fotografías e ilustraciones que completan una colección muy variada con objetos muy especiales.
Las singulares piezas forman parte de los fondos del Museo de Pontevedra, y a ellas se suman tres reproducciones de unas postales de los Grandes Almacenes El Siglo (Barcelona) cedidas por el Museu Virtual de la Tarjeta Postal de Catalunya.
Las familias Domerq, García Solís, y las hermanas Concha y María Mendoza Babiano , estas últimas antiguas dueñas del Palacete de las Mendoza (Pontevedra), sede en la actualidad de Turismo Rías Baixas, eran las propietarias de la mayor parte de las piezas que luego pasarían a formar parte de la colección del fondo de indumentaria y textil del museo provincial. Estas mujeres pertenecieron a la burguesía pontevedresa de la época.
París , la capital de la moda, escenario donde desfilan las colecciones de las firmas más prestigiosas del mundo como Chanel, Dior, Valentino, Jean Paul Gaultier, Louis Vuitton o Givenchy, entre muchas otras, es todo un referente en el panorama de la moda internacional en la actualidad, y también lo fue en el periodo en el que se centra la muestra. Todas las miradas apuntaban a la capital francesa, y cronistas de diversas publicaciones, tanto españolas como extranjeras, recogían en sus textos las últimas tendencias que imperaban en la ciudad de la luz.
Los sastres y modistas de las mujeres de la burguesía de la provincia durante los siglos XIX-XX, que se inspiraban en estas tendencias, reproducían en sus creaciones el estilo parisino. Estos diseños reflejaban un gusto diverso y ecléctico por la moda individual, símbolo de la mujer moderna, que compraría directamente los diseños, además de otros materiales y tejidos, a Grandes Almacenes parisinos. Más tarde recurriría también a establecimientos de capitales españolas, como los de El Siglo, que se encontraban en la Ciudad Condal.