Guardianes de piedra
Paisaje e historia se entremezclan en perfecta armonía en la provincia de Pontevedra a través de su rico patrimonio fortificado de castillos, fortalezas, murallas y torres. Testimonian un pasado de batallas, invasiones, feudos, revueltas y luchas de poder en Galicia y los demás reinos de España y Portugal durante el medievo. La ruta por As Rías Baixas depara apasionantes relatos esculpidos sobre estos recintos situados en entornos idílicos.
El castillo de Soutomaior, centro de poder de gran relevancia en España y Portugal en la época medieval, desde donde señoreó Pedro Madruga en el siglo XV, se alza imponente al fondo de la ría de Vigo, rodeado por un Jardín de Excelencia Internacional. El de Sobroso, en el que fue sitiada la reina Doña Urraca, domina el área entre Mondariz y Ponteareas. Ambos representan las joyas de la corona del patrimonio fortificado de la provincia y nunca deben faltar en una visita a As Rías Baixas.
Las robustas y monumentales fortalezas son otros grandes atractivos de este destino. Se erigen en paisajes asombrosos, como la del monte Boi, con sus tres kilómetros de murallas, custodiando Baiona, un referente turístico internacional. O las de Salvaterra de Miño, Goián (Tomiño) y Santa Cruz (A Guarda), defendiendo antaño el territorio a la ribera del río Miño. Y la de O Castro en Vigo, cuyas murallas están hoy rodeadas por un apacible bosque, y que regala, desde su cima, impresionantes vistas a la ría y las islas Cíes.
Las torres de la provincia son orgullosos vestigios de una época de desembarcos e invasiones. En A Lanzada (Sanxenxo) y San Sadurniño (Cambados) se levantan en extraordinarios parajes costeros. Del mismo sistema defensivo formaban parte las Torres de Oeste, en Catoira, donde el río Ulla desemboca en la ría de Arousa. Allí arribaban los vikingos para asaltar Compostela y llevarse sus tesoros.