Una danza de cuatro siglos en Marín
Desde el cielo, el arcángel san Miguel lanzó todas sus fuerzas contra el dragón y sus soldados, ayudado de su séquito de ángeles fieles, y de esta manera el dragón fue vencido y arrojado a la Tierra. Desde entonces, el arcángel suele estar representado como un ángel guerrero con casco, espada y armadura. En Marín, los hombres que se aventuran en la mar rinden tributo al santo anualmente.
En el mar no hay dragones, o por lo menos somos conscientes de eso ahora, pues las antiguas cartografías marinas trazaban monstruos en los confines del mundo. Mas el embravecido mar no requiere de ninguna fiera para llamar a las desgracias, y bien lo saben las villas costeras. En 1639 se creó la Cofradía de San Miguel, patrón del Gremio de Mareantes y de la villa de Marín, para que los marineros le rindieran tributo y veneración como protección contra los peligros del mar, así como agradecimiento por los frutos que obtenían de él.
Y aunque los archivos que conservaban la documentación de esta tradición se han perdido, los historiadores datan de esas mismas fechas del siglo XVII el origen de la danza de las Espadas, que no es otra cosa que el ritual visible en agradecimiento al patrón.
El desfile está formado por tres grupos, con más de un centenar de personas encargadas de realizar el baile. Se lleva a cabo en forma de procesión, mientras se porta al santo, y se detiene en tres puntos del trayecto para realizar la danza, concretamente enfrente del palco de música de la alameda, en la plaza de España y finalmente en la plaza del Reloj.
La cofradía desapareció en el siglo XIX, y con ella la danza y el ritual. A mediados del siglo pasado el Ateneo Santa Cecilia decidió recuperar esta tradición y devolvió el baile a Marín en 1959. Desde entonces cumple con su cita anual con el santo patrón, que ya va a alcanzar casi cuatro siglos de historia.
Para ver y recorrer
Acercarse a Marín permite conocer alguna de sus bonitas playas, entre las que se encuentran las de Mogor, Aguete o Loira. Otra buena opción es visitar el parque de los Sentidos.