Una danza centenaria en honor a San Roque
Cada 16 de agosto, en la parroquia de O Hío, en Cangas, se celebra una de las tradiciones más longevas de la comarca: la Danza Ancestral de San Roque. La festividad, que se sumerge siglos atrás en la historia de O Hío, se mantuvo con el paso del tiempo, incluso en épocas de mayor dificultad.
Dieciséis personas se encargan de realizar el baile de damas y galanes, y aunque el nombre pudiera llevar a engaño, a diferencia de las danzas hermanadas, esta danza es llevada a cabo sólo por varones. Diez son los galanes, y cinco las damas o sanrroquiños, representados por los más jóvenes de la parroquia, vestidos con la colorida vestimenta de San Roque; los galanes visten de camisa y pantalón blanco, chaqueta azul y sombrero de fieltro. Todos siguen las instrucciones del guía, que organiza y gestiona el evento de principio a fin y ha de ser el mayor del grupo.
La danza comienza por la mañana, precedida por una misa solemne a las 12 horas y la procesión de San Roque. Los danzantes realizan el paseo con sus peculiares genuflexiones cada tres pasos, y a la vuelta de la procesión se produce la contradanza, un cambio repentino del ritmo hasta volver a la iglesia, ya con el santo sin camisa, todo al son de un gaitero y un tamborilero.
La danza, de 45 minutos, se repetirá al final de la tarde, normalmente a las 19 horas, pero esta vez ya sin santo ni carácter litúrgico.
Para poder participar en este espectáculo los bailarines han de ser originarios de O Hío y debe quedar un puesto vacante en el grupo. Todo con el majestuoso crucero local como testigo, considerado el mejor crucero de Galicia, de 1872, tallado en su mayor parte sobre la misma pieza de granito por el escultor Cerviño.
Una fiesta cuyo origen es fruto de discusión entre historiadores: mientras unos consideran que forma parte de una celebración a san Roque agradeciendo el final de la peste, otros señalan que se trata de una especie de imitación de los bailes de la nobleza local. En cualquier caso, es digna de atención, especialmente tras ser declara de Interés Turístico de Galicia en 2005, junto a la de Aldán, que se celebra el 20 de enero, y a la de Darbo, el 8 de septiembre.