Redondela celebra su victoria sobre el dragón
Los jóvenes marineros de Redondela sometieron al monstruo y lo celebran cada año con una vistosa Danza de las Espadas. Junto a ellos bailan las penlas, niñas vestidas de blanco con pequeñas alas que representan a las vírgenes, a hombros de las burras, mujeres que simbolizan a las madres. La procesión de la Virgen de A Gabacha, las alfombras y la escenificación de la muerte de la coca atraen a miles de personas a Redondela para asistir y participar en una fiesta que se prolonga desde la noche anterior al jueves de Corpus hasta el domingo.
El dragón, que en el medievo simbolizaba el mal, moraba cerca de Redondela, según la leyenda, concretamente en los mares que rodean la isla de San Simón. De vez en cuando se acercaba a la localidad destrozando todo a su paso y llevándose a las jóvenes. En la fiesta la bestia desfila por la localidad el jueves de Corpus huyendo de la Virgen de A Gabacha que marcha en procesión, bajo una lluvia de pétalos, por las calles cubiertas de alfombras florales.
La Virgen, cuya imagen es trasladada al comienzo de la fiesta desde la iglesia de Vilavella hasta la de Santiago escoltada por los danzantes, se convirtió en la gran protectora de las vecinas y vecinos ante los ataques del dragón. Durante los festejos, a la muerte de la coca le sigue el momento de la Danza de las Espadas, en la que participa una veintena de hombres –el mestre, cuatro abaelas o rabelos, cuatro guías o primeiros, y una docena de danzantes o espadas–, acompañados por las penlas. El conjunto coreográfico baila al son de la gaita y el tamboril en la plaza de la Casa da Torre. Gigantes y cabezudos participan también en los desfiles.
Los inicios de la fiesta se remontan a 1482, cuando se declaró día santo el jueves de Corpus Christi en todo el Obispado de Tui. El Ayuntamiento de Redondela y los gremios aportaban imágenes a la procesión, pero también danzas y otras representaciones. La que perviviría en el tiempo sería la lucha de san Jorge con el dragón, la coca. En Monçao, al otro lado del río Miño, también se celebra, con la particularidad de que en la localidad portuguesa se mantiene la figura de san Jorge, que se enfrenta y vence al monstruo. Las primeras noticias sobre la Danza de las Espadas de Redondela datan del siglo XVI.
La imagen de la Virgen regresa en procesión a Vilavella el viernes tras los actos del día grande. El sábado se lleva a cabo en esta iglesia la ofrenda de flores, y el domingo sale la procesión del Corpus por el barrio, donde vuelve a celebrarse la Danza de las Espadas y las Penlas.
Existen varias teorías sobre la procedencia del nombre de la coca. Algunos historiadores la sitúan en el término latino cocatrix, que significa cocodrilo. Documentos del siglo XV así lo atestiguan, si bien en otros anteriores se le denomina coqueriz. También existe la opinión de que la coca tiene su origen en el coco o monstruo infantil, y otros estudiosos relacionan la bestia con el gigante tricéfalo Caco, hijo de Vulcano.
Sólo la cabeza de la recreación de la coca que desfila por las calles de Redondela se conserva tal y como aparecía en las fotografías de los años 20. La figura de la criatura ha sido sometida a varias restauraciones y mejoras a lo largo de su existencia. Respecto a las alfombras, desde el siglo XVI se tiene constancia de la imposición de la autoridad de alfombrar las calles al paso de la procesión, si bien de las florales, tan propias del Corpus actual, sólo hay noticia a partir de 1950, en un principio compuestas por espadañas y flores esparcidas por las calles, con diseño artístico desde 1965.
Reza el dicho que hay tres jueves al año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el Día de la Ascensión. En Redondela el segundo no se entiende sin la Fiesta de la Coca.