Un festín para el paladar
En Redondela se pesca choco desde hace más de tres siglos. Este molusco cefalópodo es, en toda la provincia de Pontevedra, un plato que identifica a este municipio de As Rías Baixas, hasta el punto de que las redondelanas y redondelanos tienen en choqueira y choqueiro un gentilicio no oficial pero muy arraigado en el saber popular.
Cada primera quincena del mes de mayo la localidad se viste de largo para homenajear como se merece al rey de sus mares y también de sus fogones. En el pueblo, una carpa se convierte en el epicentro de la degustación popular mientras los establecimientos hosteleros se afanan en sorprender con sus recetas.
Lo consiguen, año tras año. Así lo atestigua la afluencia de visitantes, que en cada edición se multiplican y se cuentan ya por miles. Si el choco es, por supuesto, protagonista de estas elaboraciones, los ingredientes que lo acompañan varían tanto como la imaginación de cada chef. Con arroz, guisado, en su tinta, con patatas, con almejas, en empanada, en fabada o con grelos son sólo algunos de los platos que tientan a cualquier comensal. Además de proponer un festín para el paladar la fiesta se convierte en una prueba de originalidad entre establecimientos hosteleros, que compiten por conseguir distinciones para sus propuestas, creativas o tradicionales.
Mucho más que una celebración,este evento es una manifestación de la importancia del choco en la idiosincrasia redondelana. Los chocos se crían en aguas del municipio y se capturan de modo artesanal en la ensenada de San Simón –que es donde más abundan– usando nasas, con una técnica tradicional que ha ido pasando de generación en generación.
Además de la oferta gastronómica, hay muchos motivos para visitar este pueblo: la música suena, las calles se llenan de propuestas y el ambiente lúdico lo impregna todo desde la mañana hasta la noche, cuando la verbena añade ritmo y diversión.
Y además de disfrutar del sabor más redondelano, esta localidad de As Rías Baixas permite conocer otros tesoros de estas tierras: la isla de San Simón, el Camino de Santiago y paisajes, playas y rutas siempre fascinantes. En materia culinaria, si bien el choco es el plato estrella, a lo largo del año se exaltan además otros productos como el mejillón o la manzana.
Finalmente, de entre todas las festividades destacan las del Corpus Christi, ligadas a la Fiesta de la Coca, en las que se exhiben unas alfombras florales que son auténticas obras de arte y se bailan danzas propias de esta zona.
