Fiestas en Rías Baixas

Termalismo

Grandes balnearios

Disfruta de centros termales con el mejor equipamiento en As Rías Baixas

El termalismo moderno en As Rías Baixas tiene siglo y medio de historia. Los dos centros pioneros en la aplicación terapéutica de las aguas mineromedicinales fueron los balnearios de Illa da Toxa y Mondariz, si bien en este caso existe la creencia en la zona de que la fuente de A Gándara era ya frecuentada en la Edad Media por los señores del castillo de Sobroso.

Recorrer la historia termal de la provincia hasta sus orígenes nos obliga a remontarnos hasta los romanos, buenos conocedores de los beneficios de las aguas que manaban a más de 50 grados de temperatura de las burgas de Caldas de Reis y Cuntis. Éstos, junto con Illa da Toxa y Mondariz, son hoy los cuatro destinos preferentes para el cuidado de la salud en la provincia de Pontevedra con centros balnearios modernos y una completa oferta de tratamientos.

Mondariz: pionero en Galicia

El complejo de Mondariz-Balneario es el pionero del termalismo gallego y todo un referente entre las principales regiones termales de Europa. La primera mención escrita a los beneficios de sus aguas la encontramos en una publicación del año 1848, aunque el “descubrimiento” comercial de los dos manantiales que dieron origen al actual imperio termal se atribuye al médico Sabino Enrique Peinador y a su hermano Gumersindo, que realizaron las primeras analíticas y lograron la declaración de utilidad pública de las fuentes de A Gándara y de Troncoso.

Balneario de Mondariz

Aristócratas, políticos, artistas e influyentes hombres de negocios se daban cita durante las temporadas de aguas en esta pequeña localidad pontevedresa. Tal fue el éxito del proyecto que la localidad contaba con una moneda propia, los peinadores, un periódico local y logró independizarse del ayuntamiento de Mondariz en 1924.

El balneario resurgió de sus cenizas en 1990 tras el declive sufrido durante la Guerra Civil y un devastador incendio en la década de los setenta. En estos últimos treinta años su capacidad para reinventarse y su apuesta por la calidad lo han situado como el mayor complejo hotelero gallego. A sus baños suma un campo de golf, un centro de congresos y servicios de hostelería.

Illa da Toxa: templo consagrado a la salud

El Gran Hotel La Toja ha acogido a aristócratas, intelectuales e incluso una reunión de mandatarios mundiales y empresarios, el Club Bilderberg. Pero los orígenes termales de la isla fueron mucho más humildes y sorprendentes. Se atribuye a un burro enfermo el descubrimiento fortuito de los manantiales que hace siglo y medio abrieron el camino para situar a O Grove en el mapa mundial del termalismo.

Corría el año 1841 cuando el botánico Antonio Casares certificó la presencia de magnesio, sodio, hierro y calcio en las aguas de la isla y un año después se logró autorización para poner en pie el balneario, que abrió sus puertas en 1899. El Gran Hotel lo haría ocho años más tarde y fue el ourensano Vázquez-Gulías el encargado de diseñar las instalaciones tomando como inspiración los balnearios de Vichy, en Francia, y de Marienbad, en Alemania.

El inmueble afrontó su primera gran reforma a finales de la II Guerra Mundial y la última remodelación importante se realizó en 1990. Pese a todos los avatares, el balneario conservó e incluso potenció la fama de sus aguas, logrando que el Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal calificara el Gran Hotel La Toja como “un auténtico templo consagrado a la salud”. Superado su primer siglo de vida, hoy sigue siendo un referente de bienestar y lujo. Un auténtico placer para el cuerpo y el alma.

Valles del Ulla y Umia: Caldas y Cuntis

El agua que brota de la tierra con excepcionales propiedades terapéuticas ha sido el recurso más importante en el desarrollo económico y social de Caldas de Reis. Las suyas pertenecen al grupo de aguas clorurado-sódicas, de las más interesantes de todo el espectro mineromedicinal y especialmente indicadas para afecciones de vías respiratorias, reumáticas, de piel, ginecológicas y quirúrgicas.

La villa termal cuenta con dos consagrados balnearios. El escribano Joaquín Davila Mariño construyó la primera casa de baños en 1780. Haciendo honor a su primer apellido, y sin saber la razón del cambio de Davila a Dávila, hizo llamar a este establecimiento Baños Dávila.

El segundo centro de referencia es el Balneario Acuña, cuya historia se remonta a principios del siglo XIX y tiene como protagonista al sacerdote Pedro Acuña y Malvar, que en 1812 creó la casa de aguas original. Tras su fallecimiento, el empresario Elisardo Domínguez promueve un nuevo edificio, obra del vigués Jenaro de la Fuente.

La tercera localización de interés es la fuente pública de A Burga. El agua brota a 50 ºC por la boca de los leones de esta centenaria fuente en Caldas de Reis, donde peregrinas y peregrinos de todo el mundo hacen un alto en el Camino Portugués para reposar y recuperar fuerzas antes de llegar a su destino.

No muy lejos nos encontramos con las caldas de Cuntis, que Limón Montero menciona ya en 1697. Propietarios anteriores a los actuales fusionaron los tradicionales Baños del Castro y de la Virgen en 1886. Y hace dos décadas se construyó un nuevo edificio, dedicado íntegramente a la balneoterapia y conectado con la zona hotelera a través de un túnel.