O Baixo Miño
El extremo sudoeste de la provincia de Pontevedra obtiene su nombre del río Miño. Se caracteriza por una armoniosa combinación de litoral, monte y río capaz de sorprender a cualquiera que lo visite. O Baixo Miño es un destino afamado por su gran valor paisajístico y su rico patrimonio arqueológico.
Resulta imprescindible coronar la cima del monte Santa Trega, donde nos esperan unas vistas de infarto sobre el océano Atlántico, la villa de A Guarda y la desembocadura del Miño. Tras el esfuerzo, lo mejor es realizar una visita al yacimiento, uno de los más relevantes de Galicia por su buen estado de conservación.
Cada localidad de O Baixo Miño conserva una joya de la cultura y el patrimonio histórico de Pontevedra. Ocupan un lugar central entre los imprescindibles de la comarca el monasterio de Santa María de Oia −único de Europa a orillas del mar−, la catedral de Santa María de Tui, el espectacular conjunto de 60 molinos de O Folón y O Picón, en O Rosal, y las numerosas construcciones del románico en Tomiño.
El monte Aloia es una de las joyas ambientales de la comarca, declarado Parque Natural en 1978. Se trata de un monte verde atravesado por senderos que son una invitación a caminar por una naturaleza exuberante. ¿Y cómo acaba el día? Degustando un vino de O Rosal, dentro de la D. O. Rías Baixas. Es el complemento perfecto a una ruta por la historia y los inolvidables parajes de O Baixo Miño.