Un legado celestial
El paisaje de la provincia de Pontevedra y su historia están teñidos de espiritualidad. A la belleza natural de sus bosques, ríos, playas y su suave litoral se une la mística de sus rincones mágicos, de culto y retiro, donde aislarse del mundanal ruido y vivir también parte de la experiencia de este formidable destino turístico. Monasterios, iglesias o santuarios son remansos de paz situados en paisajes idílicos de costa e interior.
La catedral de Santa María, en Tui, constituye la joya de la corona de un hermoso centro histórico a orillas del río Miño. Su fachada principal fue la primera en la península ibérica realizada en estilo gótico.
Interior de la iglesia de A Peregrina en Pontevedra
El paisaje urbano de Pontevedra no podría entenderse sin la silueta de A Peregrina, santuario con una característica forma de concha de vieira y parada obligatoria en el Camino de Santiago. También en Pontevedra se puede contemplar la magnificencia de una de las obras cumbre del gótico de Galicia, la basílica de Santa María a Maior. Su fachada fue concebida como un gran retablo en piedra.
Muy próxima a Pontevedra, a los pies del legendario Camino Portugués, se encuentra la iglesia de San Martiño de Agudelo, en Barro. Del templo original, construido en el siglo XII, se conservan el ábside y la portada occidental. En este mismo camino a Compostela, en Caldas de Reis, se ubica la iglesia de Santa Mariña de Carracedo, con un gran torreón de estilo barroco.
Situada en el centro histórico de Vigo, la concatedral, popularmente conocida como la Colegiata, acoge la imagen del Cristo de la Victoria, el símbolo religioso más importante de la ciudad olívica.
En dirección sur, Panxón, en Nigrán, alberga un fabuloso templo obra del insigne arquitecto Antonio Palacios. El Templo Votivo del Mar, construido entre 1932 y 1937, fue consagrado a la Virgen del Carmen en un abigarrado estilo con influencias muy diversas. A continuación, en Baiona, se encuentra la capilla de Santa Liberata, en honor a la mártir hija de la localidad y la primera mujer crucificada en el mundo en el año 139, que se comenzó a construir en 1695 por iniciativa popular.
La provincia de Pontevedra guarda en su interior magníficos templos inmersos en su naturaleza. El imponente santuario de Santa María de Abades, de estilo neoclásico, fue construido en Silleda en el siglo XVIII; destaca por la grandiosidad de la obra, en la que sobresalen la cúpula y la torre, la más alta de la comarca.
Los bellos monasterios nos transmiten una imponente quietud. Estos monumentos en piedra son el punto de partida (o llegada) ideal en un recorrido por la naturaleza que los rodea, desde bosques a praderas y la orilla del mar.