La huella del pueblo galaico
Grabados rupestres, mámoas, dólmenes, castros… Las huellas de quienes habitaban As Rías Baixas antes de nuestra era se extienden por la costa y el interior de la provincia de Pontevedra enmarcadas en bellos paisajes, trazando un viaje milenario que combina historia, leyenda y magia.
Los poblados fortificados en imponentes lugares como Santa Trega, con el océano Atlántico y el estuario del río Miño a los pies, transportan a quienes lo visitan a la época prerromana. En A Lanzada, también en un lugar privilegiado, emergen los vestigios de un antiguo emporio de intercambio comercial con el Mediterráneo. O Facho, con su castro de la Edad del Hierro y su antiguo santuario, despliega ante nosotros la grandiosidad de las islas Cíes y las Ons.
El poblado fortificado de Castrolandín, muy próximo al centro de la villa termal de Cuntis, data de finales de la Edad del Hierro y estuvo habitado entre el siglo IV a. n. e. y el siglo I d. n. e. Vinculado al yacimiento está el Centro de Interpretación de la sede de la Fundación Terra Termarum, que muestra la forma de vida castreña y en el que se imparte un taller de cerámica tradicional.
Enigmáticos petroglifos como el de Mogor en Marín, al lado de una playa idílica, o los de Campo Lameiro, la mayor concentración de arte rupestre al aire libre de Europa, suscitan preguntas sobre el significado de estos grabados. ¿Marcas territoriales? ¿Ritos de fertilidad? ¿Representaciones astrales? La duda persiste. Estos evocadores grabados forman parte ya de la identidad de este destino y del paisaje de As Rías Baixas.
Misteriosos laberintos
¿Quién los grabó? ¿Cuál es el significado de estos enigmas? ¿Cómo fueron descubiertos? Campo Lameiro esconde un tesoro de trascendencia internacional, datado en la Edad de Bronce. En el Parque Arqueológico de Arte Rupestre (PAAR) encontramos la mayor concentración de figuras de arte rupestre al aire libre de Europa.
Mámoas y dólmenes, monumentos funerarios, nos trasladan aún más lejos, al Neolítico. Fueron levantados por las y los antiguos pobladores en los montes de la provincia hace más de cinco mil años y conservan intacta su aura de misterio y monumentalidad, como los de Chan de Arquiña, Chan de Armada o Chan de Castiñeiras, ideales para realizar fantásticas rutas de senderismo.
Los museos arqueológicos de la provincia de Pontevedra nos dan claves sobre estos monumentos y nos trasladan al pasado, a través de las valiosas piezas recuperadas en los yacimientos. El Museo de Pontevedra custodia tesoros en piedra, bronce, hierro y cerámica rescatados del olvido tras permanecer enterrados durante siglos. El Parque Arqueológico de Campo Lameiro o el Museo Arqueológico de Santa Trega (Masat) de A Guarda abren también una ventana a la cultura, la sociedad y los hábitos del pueblo galaico.