Una industria conservera histórica
La conserva merece capítulo propio en As Rías Baixas, territorio con una larga tradición desde el siglo XVIII. La provincia de Pontevedra es, de hecho, una de las capitales de esta industria. Entre las conserveras de mayor relevancia histórica figuran la antigua fábrica de Massó, en Cangas, en su momento de esplendor la mayor de Europa en este sector; y la de Goday, en A Illa de Arousa, primera industrializada de Galicia.
La fábrica de Massó se encuentra en estado de abandono desde su cierre, pero su imponente figura forma parte del paisaje de Cangas. Para conocer la historia de la saga familiar y de esta industria es muy recomendable la visita al Museo Massó, en el municipio vecino de Bueu, donde estos industriales poseían parte de sus instalaciones. La fábrica de Goday ha sido, por su parte, reconvertida en un Centro de Interpretación de la Conserva.
Antigua fábrica de Massó, en CangasAlfageme y Curbera son otros grandes exponentes históricos de esta actividad en la provincia de Pontevedra.
La tradición de conservar alimentos marinos se remonta a la época romana. El yacimiento de A Lanzada (Sanxenxo), situado a orillas del mar, albergaba una fábrica de salazón, y un lugar imprescindible para conocer la historia de esta industria es el centro Salinae, en Vigo, donde se encuentra la única salina marina de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio Romano.
Otro espacio de gran interés relacionado con la extracción de sal son las salinas de Ulló, en Vilaboa, creadas por los jesuitas en el siglo XVII y que son hoy un entorno de gran valor natural, excelente para pasar unas horas de ocio.
Centro Salinae
Es un lugar imprescindible para conocer la historia de la industria de la salazón. El Centro Arqueolóxico de O Areal, en Vigo, alberga la única salina marina de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio romano. Permite descubrir el interesante mundo de la sal, su historia, cómo se obtenía y los diferentes usos que los romanos le dieron.