10 batallas imprescindibles en Rías Baixas que cambiaron su historia
1846 Batalla de Cacheiras, Revolución de 1846
Levantamiento militar en Galicia contra el gobierno de la época bajo el reinado de Isabel II. La Revolución terminaría en la batalla de Cacheiras en abril de ese año en la comarca de Deza.
El legado de la misma lo vemos en los entroidos dos Xenerais, a los que se vincula con este acontecimiento ya que la batalla tuvo lugar donde hoy se celebra el carnaval. También podrían haber inspirado al entroido otros conflictos como la revolución francesa o las guerras carlistas.
1809 A Reconquista
Levantamiento popular contra el gobierno napoleónico en Vigo. Se produjo un 28 de marzo de 1809 y le seguirían numerosas batallas y resistencias tanto en la provincia como en el resto de la comunidad para expulsar a los galos.
Algunas de estas batallas memorables se recuerdan con diferentes actos, como la de Ponte Sampaio, puente entre Arcade y Ponte Sampaio en la ría de Vigo. Otros puentes testigos de esta resistencia fueron Ponte Ledesma, entre Vila de Cruces y Boqueixón (A Coruña), el puente romano de Achas, A Cañiza o el de Mouretán, Arbo.
1702 Batalla de Rande, Guerra de Sucesión
Es una de las más famosas y legendarias. El desafortunado acontecimiento para el reinado español se produjo en plena Guerra de Sucesión española (1701-1715), en la que la armada anglo-neerlandesa venció y hundió la flota franco-española que venía de las Américas cargada de oro. El enemigo desembarcó por diversas áreas de la ría arrasando las villas y atacando así la fortaleza de Rande. Hoy aún se pueden ver las ruinas de la misma.
Inspiró muchas leyendas e incluso a autores como Julio Verne la utilizó para sus 20.000 Leguas de viaje submarino. Existe un Centro de Interpretación sobre la propia contienda y en el monte do Castro se exhiben cañones y anclas de galeones recuperados.
1640–1668 Guerra da Restauraçao de Portugal
Tras un periodo de inestabilidad en España, la región lusa terminó por levantarse contra el gobierno de la época. Aunque el grosso de la guerra se vivió en Extremadura, las batallas también se dieron en la ribera del Miño. Muestra de ello son las diversas fortificaciones que encontramos en la frontera tanto gallega como portuguesa y que datan de esas fechas.
Entre estas fortificaciones encontramos el castillo de Amorín, Os Medos o A Concepción en Tomiño, la fortaleza de Santa Cruz en A Guarda e incluso el castillo de San Sebastián de Vigo. Y entre las incursiones más relevantes, la fortaleza de Salvaterra de Miño fue tomada en 1642 hasta que en 1658 España tomó Monçao y Lapela. Goián y Vila da Barca en Tomiño fueron tomadas en 1663. La guerra concluiría con la independencia de Portugal del imperio español.
1617 Incursión de los piratas turco-berberiscos
Ese año, embarcaciones pirata turco-berberiscas intentaron tomar la villa de Vigo. Tras ser rechazados por la población, en vez de desistir en su acometida se dirigieron hacia otro punto de la ría desembarcando en Domaio, Moaña y posteriormente arrasando parte de esta costa de O Morrazo. La tragedia fue un gran golpe económico y social para la comarca que tardó décadas en recuperarse. Actualmente el municipio de Cangas rememora el desdichado evento con “A defensa da vila” .
Otros municipios también celebran efemérides similares como el Desembarco Pirata de O Grove, basado en los asaltos recibidos entre 1799 y 1801.
1589 Incursión pirata de Francis Drake
Entre las muchas incursiones piratas sobresale la presencia del corsario británico Francis Drake. Nombrado caballero por Isabel I de Inglaterra, apoyó la insurrección de Portugal contra Felipe II y llegó hasta la ría de Vigo después de fracasar en su intento de atacar A Coruña, asaltando desde Vigo hasta la isla de San Simón.
1467-1469 Revueltas Irmandiñas
Fue uno de los mayores levantamientos populares de la época. Las epidemias y hambrunas movieron al pueblo gallego que se alzó en armas contra la nobleza que lo oprimía. En 2017 se cumplieron 550 años de la guerra que terminó con victoria para la nobleza.
El reflejo de esta guerra se puede todavía apreciar en las tierras gallegas. ¿Ves alguna torre derribada? Posiblemente las destruyeron los irmandiños. Ejemplo de ello es la torre de Cira en Silleda, el castillo y torre de Fornelos en Crecente o la torre de A Lanzada en Sanxenxo. Incluso el pazo de A Torre de Borraxeiros en Agolada se erige sobre las ruinas de un castillo derruido en esta revolución. Hay quien eleva el número de torres destruidas a más de un centenar.
1386 Invasión inglesa de la Casa Lancaster
En un reino inestable, el duque de Lancaster invadió la Península desde A Coruña pretendiendo situar a su esposa Constanza (hija de Pedro I rey de Castilla muerto por su hermano Henrique II de Trastámara que le arrebató el trono) como legítima heredera al trono de Castilla. Para ello se dirigió al sur junto a los rebeldes lusos. En su avance, se declaró rey de facto de Galicia. Baiona se convirtió en una de las ciudades que más sufrieron, siendo además tomada hasta los acuerdo de paz de 1388, curiosamente en la otra Bayona, la francesa.
1028 Incursiones vikingas
Las costas gallegas recibieron la visita de los guerreros normandos principalmente en el siglo XI. Entre las incursionas más sonadas se encuentran las de Gunderedo en el 968, que accedió por la ría de Arousa y terminó instalándose en O Courel y O Cebreiro hasta ser expulsado tres años más tarde. El vikingo Olaf II arrasó Tui en 1024 y el vikingo Ulf, en el que se basa la Fiesta de Catoira, llegaría sobre el año 1028. Las ruinas de la torre y monasterio de Cálago en Vilanova de Arousa son el resultado de estas visitas del norte.
60 a. C. Batallas Herminias y Julio César
Una teoría sitúa al gran general y emperador romano tomando la villa de Baiona ese año. El objetivo sería aplacar revueltas de tribus lusas que violaban los acuerdos de paz a la vez que el emperador intentaba recuperar a través de la guerra un prestigio perdido en Roma. Si bien los historiadores dan veracidad a esas guerras, lo que se debate es la ubicación geográfica donde aconteció. Defensores de esta teoría no sólo la ubican sino que ponen fecha y hora a la batalla de Baiona.